Mi
interior se abastece de belleza
(la
que vuela y circula por el mundo)
y,
al decirlo, lo escribo y lo difundo
porque
quiero que expire la tristeza.
.
La
divina y locuaz naturaleza
despertó
mi carácter vagabundo,
y
por ello este cántico rotundo
le
confiere a mi voz de más firmeza.
.
Con
la lluvia y el viento resucito,
recompongo
el aliento adulterado,
y
matizo, de nuevo, mis andares.
.
Nada
impide que firme el plebiscito
que
congéneres míos han firmado,
a
favor de una luna entre olivares.
.
Bonito soneto poeta, seguro que esa luna entre los olivares estará preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por el comentario, Rafael. Un abrazo.
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