martes, 28 de junio de 2016

¿Celos?... Unas letrillas.

No soy celosa, mi amor,
de un esporádico beso,
ni del halo turbador
que te arrastra hacia el exceso.
De ninguna serás preso;
soy la eterna enamorada
que encandila tu mirada.
Soy tu amada.
.
No estoy celosa, querido,
de tu elogio a la mujer;
tu corazón fue investido
de la mano de un crupier
con el don del buen querer.
Y yo aliento, estimulada,
esa dádiva alcanzada.
Soy tu amada.
.
No estoy celosa, cariño,
de ver cómo a la vecina
le acabas de hacer un guiño;
es cargante y anodina,
en todo caso, una espina
que se te quedó clavada
en mitad de una emboscada.
Soy tu amada.

.

viernes, 24 de junio de 2016

El sueño...

Abrazo con la vista las montañas,
los árboles, los pájaros, el río...,
y anhelo disipar las telarañas
que oprimen el latir de su albedrío.


Percibo el ulular de las entrañas,
el pálpito interior, su escalofrío;
y siento con pudor las artimañas
que empujan la razón hacia el vacío.


Y sueño que, al instante, resplandece
el canto afrodisíaco del paisaje,
que el eco del infierno se estremece;


y advierto el silencioso aprendizaje
del viento que, girándose, se mece
en suave comunión con el lenguaje.
.



viernes, 10 de junio de 2016

DIGAMOS...

Digamos que fue clave en mi existencia
la unión de dos gametos indistintos
ungidos por los polvos de la urgencia;
que fui la exaltación de los instintos.
.
Digamos que nací como el que nace
en una gran ciudad sin pretenderlo,
que fui la consecuencia, el desenlace,
de un mero contubernio de estraperlo.
.
Digamos que en la escena de la vida,
estamos a merced de una corriente
que nos arrastra firme a la salida,
y todo juicio ajeno es indecente.
.
Digamos, pues, que somos lo que somos,
por mor de laberintos monocromos.
.

martes, 7 de junio de 2016

SENTIR...

Es con cada amanecer
que se estremecen mis alas,
por la luz que me regalas,
por sentir, poderte ver,
por seguir siendo, por ser
por dar valor y presencia
a mi existencia.
.
Un día y otro camino
como si fuera prestado,
intuyo que algún pecado
delimitó mi destino,
y un duende, tal vez divino,
enarboló una licencia
a mi existencia.
.
Y prosigo mi trayecto
enfrentándome a la suerte,
sin temer ninguna muerte,
disfrutando del proyecto
que nace en el intelecto
y que impregna de solvencia
a mi existencia.
.
Fabrico un mundo por dentro
con un bosque alrededor,
y me asomo al exterior
desde ese frondoso centro,
y me imagino el encuentro
de ese verso que dé esencia
a mi existencia.

.