lunes, 25 de febrero de 2013

Llover…


Contemplo, reclinada sobre el alféizar de la ventana, y con la complicidad unánime de mis sentidos, cómo una urdimbre de plata trasciende el aire, y percibo absorta un derramamiento de lágrimas en los cristales.

Observo que la lluvia, al esparcirse, teje un tapiz de estambres irisados en un anhelo incontrolado por lucirse.

Y, al inclinarme, advierto complacida, cómo las gotas de lluvia en su afán de gloria, escancian la tierra del parque, provocando una escalada  eufórica de aromas legendarios.

Ensimismada, oscilo entre los cálidos vapores de dos mundos: el pretérito, amable y de un verde intenso; y el presente, huidizo y con los ribetes azules del invierno.

Contemplo, reclinada sobre el alféizar de la ventana, caer la lluvia dulcemente, con una mansedumbre trágica e inevitable, y admiro profundamente la maestría de los Dioses.

jueves, 21 de febrero de 2013

Filosofar…


El delirio y la torpeza alardean de ignorancia y se atreven sin rubor con un egregio, un post de altura. Pues, ¿qué es filosofar sino locura?.

Espontáneo es mi laudo, y desnudo el raciocinio, caminando sin gobierno por el pensamiento limpio; exprimiendo y transformando de continuo el débil juicio.

Ya es dislate abstenerse de eruditos, y demencia no hurtarles sus saberes. Ya es falta de cerebro adueñarse de un discurso sin saber a ciencia cierta su linaje.

Pero induzco a la mente a que respire; acoso al intelecto, le pregunto; elaboro mis propios condimentos, y sigo requiriendo sus servicios descifrando un código tras otro.

Y con tanta verborrea me pregunto si no será divagar lo que aquí expongo y no filosofar como pretendo. Y me respondo, que es más lógico pensar en lo primero que no presumir de lo segundo. 

viernes, 15 de febrero de 2013

Neuronas


Si el cerebro bucea entre legajos y elucubra por oscuros derroteros; si escatima el tiempo de excedencia… las neuronas convocan asamblea en busca de salidas de emergencia.

Si exánime naufraga entre expedientes y abusa de artículos y leyes; si se pierde entre dígitos y letras… las neuronas se incomodan, se agitan  y rebelan.

Mas si el tiempo se encarcela entre cajones, y se empapa de polvo y de   decretos persistiendo el período de tormento… las neuronas se saturan y abandonan dejando al cerebro sin escolta.

Pues las huestes de la mente se consumen, enajenan, asfixian, abotagan, exasperan y revientan, en quehaceres engorrosos, anodinos y triviales.

viernes, 8 de febrero de 2013

Tuitear…


Tuitear es dividirte o, discurriendo distinto, multiplicarte, pues manejas doble vida, la real y la aparente. La primera, con certeza; la segunda… Cruzándose la duda en el camino, la dejo de momento en la cabeza.

Indiscreta y rebosante de noticias, de saludos renqueantes y efusivos, de preguntas, enseñanzas, doctrinas y consejos varios; la ventanita tuitera se pasea rimbombante por el barrio.

Zalamera algunas veces; y otras con alma torera; saca el genio del armario capeando con palabras e improperios el origen de su enfado.

Qué decir del mensaje directo, del privado, del furtivo. Es un tuiteo sutil, recubierto de misterio. Es coartada, es hipótesis, es aliciente esporádico cuando media algún paréntesis.

Respecto a la duda, que en el ático aguarda impaciente respuesta… sospecho que ya no hay tal, es decir, que la vida virtual es evidente, y no excluye, en principio, a la real.

lunes, 4 de febrero de 2013

Calma


Hay días en que el mundo amortigua sus pasos, lentificándolos. En que, ensimismado, entorna un tiempo los ojos; meditando, quizá, el alcance de su celo.

Días en que la calma presagia una tregua de discursos airados, de medidas convulsas y puños crispados.

De esos días en que el susurro del cielo llega tenue, sosegado, como un suspiro complaciente, sin atisbos de sombras ni emboscadas.

En donde el mar descansa lánguido, ensayando un cálido cortejo con la arena; y el horizonte se vislumbra nítido, levitando en corpúsculos dorados.

Hay días en que la gente sonríe y el alma canta.

Son los días que se afianzan en mi memoria, empujando impacientes a los otros: a los días autócratas e hirientes.

viernes, 1 de febrero de 2013

Alegría


Acordes de guitarra y castañuelas envuelven el aire; notas efervescentes, bullangueras, explosivas, refrescantes.

El viento se enardece y regodea abrazando el recorrido de la risa cuando galopa sin frenos y sin riendas. Y protege de corrientes y tormentas a la risa clandestina, la furtiva, la risa de los amantes.

Porque la risa es escape; es salida de emergencia; es respiro y aliento; es resistencia. Es sustento y placebo para el pensamiento roto, y alivio para el decadente.

La alegría es el arte de dar forma al desaliento, de saturarlo de música y de cantos, de adornarlo de fiesta y de conciertos. De rehabilitarlo apartando las sombras y los miedos.

La alegría es el arte de saborear la vida. Es el arte de vivirla.