martes, 31 de marzo de 2015

FOLIO EN BLANCO

Sobre este folio en blanco en que te escribo,
se agazapa encogido el sentimiento,
el pellizco por dentro, el eco mudo
desbordado de acordes y silencios.

Sobre este folio en blanco eres testigo
del estremecimiento de mis dedos,
del ligero revuelo de las letras,
del leve escalofrío que me asiste.

Sobre este folio en blanco me vacío
filtrando mi delirio por los versos,
dejándolo verter entre tus manos,
deslizando mi amor sin aspavientos.

Sobre este folio en blanco te adivino
percibiendo agitado este poema,
el rumor de mi sangre atropellada,

el furor que discurre por mis venas.

jueves, 26 de marzo de 2015

MARIA DE MEDICI Y RUBENS (Tanto monta, monta tanto…)

¡Oh, Rubens!
Sumida en una impúdica vergüenza,
hallóme aquí desnuda
en tu presencia.
Rendida a tu capricho adolescente:
ni reina, ni consorte, ni regente,
desnuda de los pies a la cabeza,
omnipresente.
Y nadie se imagina mis apuros
en este santuario de belleza,
con nuestro acoplamiento entre los muros.
¿No es cierto, vida mía, que en una alegoría sobre un lienzo,
destaca en realidad mi pecho hermoso?
¿Y no es verdad…
que soy de las “tres gracias”
la del medio?
¡Ay, mi Rubens, si el mundo se enterara de lo nuestro!
Sería repudiada por el pueblo
y a ti te mandarían al infierno.

jueves, 19 de marzo de 2015

MATICES

Deambula indeleble
por la grietas del tiempo,
la burbuja ancestral,
el cráter gestante,
el hormigueo incesante por volcarnos
en el soporte cálido del lienzo,
en su núcleo sensual,
abismo mágico…
Envolvente rumor que se agita por dentro,
removiendo el aire de nuestro propio mundo,
susurro íntimo…
dirigiendo el vuelo del latido incierto.

Y el polvo se atraganta de matices,
cubriendo de emociones dulces

a los vivos.

sábado, 14 de marzo de 2015

AURORA

La media luna blanca, ingrávida en la aurora,
desplaza de mis sueños tus carnales excesos;
y, abiertos ya los ojos, el sueño se evapora
cual gota de rocío que el sol disuelve a besos.

El cielo se ilumina ensanchándose el mundo,
y yo, que me disperso entre nubes y claros,
interpreto la vida como un caudal fecundo
que transcurre excitante con efluvios dorados.

Me mantengo en el borde de un sensual precipicio,
disfrutando el abismo con total complacencia;
ya no temo a la muerte, forma parte del juicio

que me empuja a quererte y aminora tu ausencia.

lunes, 9 de marzo de 2015

DESDE EL PARQUE (Sonetillo bucólico)

Dulcemente se posa entre las flores
la azulada y promiscua golondrina,
y una rosa coqueta y bailarina,
cimbreante, la impregna de vapores.
Se expanden por el aire los olores,
y el arriate florido se ilumina
silbando una alegre tremolina,
mezclando los perfumes con colores.
La primavera usurpa con destreza,
al invierno su intrínseca elegancia,
venciéndola en matices y belleza.

Y adivino abstraída la fragancia
que desprenden tus besos, su tibieza,
por el amplio jardín de la distancia.

jueves, 5 de marzo de 2015

VENTANAS (Sonetillo inglés)

Soy mentira, quimera, fantasía,
un enredo enredado entre las redes,
espíritu cargado de energía,
un engendro engendrado entre paredes.

Saberlo reconforta y visualiza
la ardua realidad tambaleante
que el vértigo de un verso narcotiza
a modo de caricia electrizante.

Somos entes virtuales inventados,
gestados entre vías suburbanas.
Somos cuento, ficción, seres aunados
en el limbo casual de las ventanas.

Nos dejamos mecer por el revuelo

que baila enloquecido de un anzuelo.

lunes, 2 de marzo de 2015

REMINGTON



En una Remington de 1890, tecleé las letras: “P”, “O”, “E”, “S”, “Í”, “A”………………. y me precipité al abismo.

Anduve por una selva habitada por extraterrestres, musas descarriadas, neuronas histéricas y caníbales disfrazados.

Con este grupo inverosímil, atravesé montañas, recorrí gargantas de fuego, naufragué en océanos, sobreviví a los desiertos, me perdí en laberintos…; hasta atisbar un inmenso valle de lágrimas donde descansé.

Desperté eufórica y desaparecí sigilosa de aquel escenario delirante.

Y, de súbito, penetré en otra dimensión. Fue fácil, sólo rocé el resorte de la provocación.

Un mundo esotérico atestado de enigmas, figuras retóricas, rimas, espinelas, sonetos, liras, romances, silvas, ovillejos, sextinas... Un cúmulo de adivinanzas y jeroglíficos imposibles se extendía estrafalario ante mis ojos.

De una inmensa alfombra roja que se prolongaba hasta el infinito, sobresalían minúsculos tentáculos, cuyas ventosas trataban de aferrarse a mis pies para impedirme el movimiento. ¡Osaban atraparme!

Pulsé la clavija del ingenio y deambulé por el cerebro buscando alternativas. Neuritas indigentes se mostraban remisas a cooperar. Continué indagando y accedí a la zona superior o CSI (Centro Superior de Inteligencia).

La respuesta brotó incandescente a modo de surtidor, salpicando de libélulas mis sentidos: “urgía volver a la Remington. Era necesario encontrar la fórmula que eclipsara la palabra fatídica.”

Corrí como la pólvora por la alfombra roja resuelta a zafarme de cualquier cadena. De un salto me agarré a las nubes, iniciando un vuelo alucinante hasta el recinto acorazado de la Remington.

¡Plof! Caí sobre la falsa silla ergonómica como un fardo, dispuesta a tramitar mi salvoconducto a la libertad. Mis dedos volaban sobre las teclas: clic-clic-clic, clic-clic-clic, clic-clic-clic. ¡El folio seguía en blanco! ¡no podía ser! ¡era imposible! Clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic-clic.


Los dedos resbalaban, tropezaban, se hundían entre las teclas. Me lancé sobre la máquina en un intento de… ¡La cinta había expirado! ¡Ni una gota de tinta quedaba en su interior!