Tan asombrosa es la vida
como anodina es la muerte,
pues nada puede ofrecerte
esa pájara homicida.
Si acaso, para el suicida,
puede ser la bendición
a su fúnebre visión;
pero tan flojo argumento
nunca será el condimento
que sustancie mi razón.
.
Nacimos para morir,
pero mientras eso ocurre,
un paraíso discurre
embelleciendo el vivir.
Y al que le encanta escribir
no hay nada que lo modere:
si quiere morir, se muere,
pero aspirando la espuma
del que sabe que la pluma
lo resucita si quiere.
.
Y pues que en la vida estoy
y que a veces me atraganto
de tanto quererla tanto,
de momento, no me voy.
Y aunque me digan que soy
esto o lo otro o aquello,
me parece un atropello
que un impertinente azar
decida cuando matar
sin despeinarse el cabello.
.