sábado, 3 de noviembre de 2012

Soledad


Me sumerjo en el abismo incoherente de mi mente en busca de algún respiro, y no hay llave ni hay aldaba que me oculte lo evidente.

Con la soledad te cruzas en la calle y en los parques. En la Iglesia; en la cama y en los bares.

Con la soledad tropiezas en los entierros y bodas; en museos; acompañada y a solas. Llevas su marca grabada cuando te asomas al mundo. Y ya siempre va contigo adonde quiera que vayas.

Pues la soledad no es mito. ¿Cómo podría decirlo sin resquebrajarme?
La soledad te perfora, te taladra, te atraviesa, te acongoja.

La soledad es tiniebla.

Ni el amigo, ni el amante, ni cincuenta mil maridos consiguen zafarte de ella. Siempre se mantiene alerta. Es posesiva y celosa.

Hay soledades que oprimen, que aprisionan, que estremecen. Que te aplastan y te matan. Pero las hay requeridas, deseadas, mantenidas.

La soledad va por dentro, es la tortura del alma.

2 comentarios:

  1. Cuando lo leí hace unos días intenté colarte un comentario, pero al final no sé bien por qué cosas no lo dejé caer. Al leer tu texto me acorde de un cuento que he intentado encontrar de Galeano, en el libro de los abrazos que va de un hombre que hace todo junto a la soledad; se levanta con ella, se ducha con ella, desyuna con ella, se viste con ella, pasea con ella, y cuando llega al tren pilla dos tickets, uno para él y otro para su soledad, porque "la soledad es pasajera", así que sea lo que sea lo que te oprime, aprisiona y estremece, "don´t worry be happy" como dice el refrán "no hay mal que 100 años dure", un abrazo y si deseas compartir tu soledad, por aquello de sentirte menos sola, escribe lo que quieras con un @jmorsa delante, jeje. Bye!!

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  2. Muchas gracias por el comentario. Precioso el cuento de Galeano. Normalmente hablan los sentimientos por mí, y estos surgen de lo que ven y palpan a su alrededor. No se trata de que yo me sienta sola, sino de lo que siento que ocurre en el ambiente. La soledad, según yo la veo, es intrínseca,íntima. Es algo que va con nosotros desde que nacemos, por muy acompañados que estemos. Algo latente. No sé si me entiendes. Hay como una especie de muro entre nosotros y los demás.

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