viernes, 23 de noviembre de 2012

Mentiras


Miento cuando digo que no miento, porque miento. La palabra es subversiva, se deforma cuando cruza el umbral del pensamiento.

Una vez cogido el vuelo, la mentira vuela presta, con ambages o sin ellos. Es excitante, libertina y follonera. Por medio de piruetas la mentira se apoltrona en la certeza.

Miento cuando me enfado, cuando río, cuando lloro, miento en cualquier momento y, por supuesto, soñando.

En este preciso instante, consciente soy de que miento, pues se opuso una descarga entre palabras y mente.

Pero hay mentiras sangrantes. Las dañinas. Las conscientes. Las que sirven de instrumento para atesorar favores. Las mentiras solapadas del Gobierno. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario