Sobreviene un susurro; un temblor
ligero; un sobresalto. La turbación se acelera. Intervalo de mieles y de goces.
Sonidos y acordes de sirenas
Aflora un revuelo de emociones.
Reclaman los besos su parcela y furtivas se deslizan las caricias. Vibran las pieles
con el roce y los poros se colman de vapores.
El deseo avanza entre suspiros
y el cuerpo se acomoda a los placeres. Irrumpe
el arrebato entre vahídos; entre gemidos, ayes y fluidos. Prorrumpe el delirio y
la locura. Estalla el clímax.
Se estremece el cuerpo complacido
en una fatiga dulce adormilada.
El deseo es deleite; es apetito;
es fiebre que acapara los sentidos.
Es regazo.
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