martes, 2 de octubre de 2012

Divagando…

De entrada … vergüenza, timidez, sonrojo…

Quien se disponga a leer estas cuitas (tómese “cuitas” como estiércol, no como desventura), de entrada le prevengo que no siga: son sólo palabras sin cuerpo ni miga.

Lo mío no son noticias, ni nada que sea candente. Lo mío es palabrería, palabras vanas, cacareo, cháchara, verborrea. Nada serio.

Lo mío es llenar papeles, tuits o lo que se preste. Pero decir, nada digo, sólo pienso y lanzo al viento sentimientos más que ideas.

Si alguno desea seguirme, que lo diga, todavía está a tiempo de decirme si aquí sigo. De momento, me lo pienso.

Mas si nadie dice nada, me desdigo, paso de largo lo escrito, pues debut de un día es aire sin acompañamiento. Y que empezando… lo digo, que no muevo.

Ya está dicho. Mi cerebro desgrana con ocurrencia o sin ella y con total impunidad, por no decir sin pundonor ninguno. Esa es la idea.

8 comentarios:

  1. Hola Teresa, entro sólo a desearte mucha suerte e infundirte ánimos para seguir llenando esta nueva aventura. Mucha suerte, un abrazo ;)
    Izaskun

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Izaskun. Veremos cómo salgo de ésta. Jejeje. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Ánimo, Teresa, es difícil al principio pero desarrollar esa venilla artística te hará sentir realmente bien y el día menos pensado el blog se llenará de amigos. Suerte y ¡a la aventura! Bss

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias, Mere. Para emprender algo que pretende ser creativo, vienen siempre bien los ánimos. Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Me gustan la sencilleces. Palabras. Tu estilo. Directo. Sincero. Sin trampas. No lo estropees con retruécanos en un busca de una creatividad que tú ya posees. Ah, y el diseño, sobrio y elegante. Soberbio el conjunto, Teresa. Por favor, sigue este camino tan brillante que has encontrado. Otros aún lo buscamos.

    ResponderEliminar
  6. Si te digo que se me ha formado un nudo en la garganta y no puedo casi contestarte. Que las lágrimas han brotado sin poder contenerlas. Si te digo que me has dejado sin palabras ni aliento ¿me creerías? Pues así ha sido. Gracias por esas palabras que me han llegado al alma.

    ResponderEliminar
  7. Boba, eso es que todavía no hemos dado tiempo al lactobacyllus a cargarnos las defensas y las mañanas acostumbran, más en otoño, a ser de lágrima fácil, como invocando a la lluvia en un ritual ancestral. Ignorantes esas gotas saladas de que los modelos meteorológicos dicen que hasta el Pilar, la lluvia sólo la vamos a ver en la ducha. Así pués, cara amica, guarda tus lágrimas para los momentos que, desgraciadamente los precisan de verdad. Que haberlos, haylos. Y gózate de la fresca brisa que sopla en este apasionante viaje que acabas de emprender. Además, a diferencia de los antiguos nautas, sabes que "más allá" de nuestros "finis terrae" no hay monstruos, sino imaginación a caudales. Bss., m

    ResponderEliminar
  8. Querida amiga, permite que disfrute de las lágrimas, pues no sólo surgen por penas también lo hacen por emociones y, en este caso, son bienvenidas y se agradecen.
    Sabes expresarte como pocos y tus palabras llegan certeras adonde quieras enviarlas. Tu camino discurre entre un inmenso arbolado, no tienes por qué seguir buscándolo.

    ResponderEliminar