Llueve
y llueve y llueve a cántaros
sobre
la tierra mojada;
relámpagos
de colores
con
bruscos vientos de agua
la
taladran de sonidos,
sonidos
de lluvia amarga.
Sobre
el alféizar la niña
canta
y llora, llora y canta:
¡ay,
que no llega el gitano!,
¡ay,
que al gitano lo matan!
La
luna se difumina
entre
volantes de plata,
y
el gitano que no llega
y
el gitano que no llama.
Un
luminoso arcoíris
de
amarillo, rojo y grana,
reverbera
con el sol
engalanando
montañas;
la
primavera de encaje
limpia
a la niña sus lágrimas.
El
gitanito ya viene,
viene
empapado hasta el alma,
dos
puñales en el cinto,
charcos
de sangre en la plaza.
.
Precioso romance poeta.
ResponderEliminarUn abrazo y mis felicitaciones por este trabajo.
Muchas gracias, Rafael. Me cuesta mucho escribir romances, de hecho éste me ha costado más de lo que piensas, y más con los requisitos que pedía Agustín. Eres un encanto. Besos.
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