El aire se me enreda
en vuelos acrobáticos de aromas
por la verde vereda.
Enjambres de palomas
se posan seducidas en las lomas.
.
El almendro en flor
embelesa al poeta que lo mira.
Incluso el ruiseñor
armoniza su lira
volcando el alborozo que le inspira.
.
La vista se estremece
ante la exuberancia de incentivos
que en el monte florece.
Crepúsculos festivos
sobrecogen el alma de los
vivos.
.
Y yo, que me emociono
gozando la belleza de este mundo,
a su ley me abandono
y de todo me inundo
sintiendo en mi interior un dios fecundo.
.
Bonitos versos en estas liras que nos dejas. Felicidades poeta.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Gracias, Rafael. He corregido algunos fallos. Las prisas son malas consejeras. Un abrazo.
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