Me pregunto a veces por
qué soy feliz,
y contesto siempre que por
muchas cosas.
Escribir me atrapa, precinta
las losas,
suaviza y sutura
cualquier cicatriz.
.
Aprendí del mundo a ver
el matiz
de un almendro en flor,
de una nube airosa
o del color malva de
una mariposa.
Aprendí a gozar y a ser
aprendiz.
.
Porque en el camino capté
la belleza
que la aurora exhibe y
el ocaso iguala,
porque anidé entonces
la sola certeza
.
de que está en tu mano retirar
la bala
que oprime tu mente, cortar
la maleza
que, sin previo aviso, hiere
y acorrala.
.
...Por eso y por la poesía de la vida, que es su esencia, poeta. Precioso soneto.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Así es, Rafael. Muchas gracias por tus palabras. Otro abrazo en la noche.
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