Llegué de mis paseos
por el río
rememorando el gozo de
otros días,
mas, hete aquí, que un
dulce escalofrío
.
floreció renovándome
energías:
un guapo mocetón, de
los de aúpa,
de los de lanza
indómita, mesías
.
y redentor del ansia
que me ocupa…,
en mi cama reía, ¡sin
pijama!,
y brinqué sin pudor
sobre su grupa
.
sofocando el incendio
de la llama
que crecía y crecía,
jubilosa,
en ese macho rubio de
alta gama.
.
Y fue tan placentera,
tan gozosa
la impúdica sorpresa,
que el orgasmo
derritió mi sesera
voluptuosa,
y casi ni lo cuento,
del espasmo.
.
Siempre hay una nota de humor en tus versos, poeta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, jejeje. Me encanta el humor. Gracias, poeta. Un abrazo.
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