sábado, 1 de septiembre de 2018

Crepúsculo...



Me acompaña la música de jazz
en este atardecer como de alpaca;
el sol desvaneciéndose en la hamaca
y el libro pervirtiéndome, locuaz.
.
Pletórica de letras y capaz
de no desfallecer con la resaca,
un cielo variopinto se destaca
incendiando el crepúsculo, voraz.
.
El día languidece, impenitente,
como el dulce gemido de la ola
con su lento vaivén iridiscente.
.
Una diosa galáctica se inmola
y germina un preludio intermitente
de esta tierra de luz y caracola.*
.
*El último verso pertenece a un poema de Carilda Oliver Labra, en su honor.

2 comentarios:

  1. Precioso atardecer con todos esos ingredientes, sin duda...
    Un abrazo poeta.

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