De sorpresa en sorpresa,
sobrevuelo
el azar con audacia turbulenta,
con la emoción anárquica y atenta
de que es capaz el mundo de mi anhelo.
.
Veo danzar las nubes por el cielo
y el brillo de la lluvia y la tormenta,
me arrebata el ocaso que revienta
de amarillos eufóricos de celo.
.
Y me llaman la loca como a Juana
(la que vivió hasta el límite el amor),
porque muero por ti cada mañana,
.
porque todo acelera mi estupor,
desde la aurora añil, a hora temprana,
hasta anclar estos versos sin pudor.
.
Bendita locura la de estos versos, entonces...
ResponderEliminarUn abrazo poeta.
Gracias, Rafael. Un poquillo loca sí que estoy, jejeje. Besos.
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