Eran días de verbena
(las fiestas grandes del pueblo).
(las fiestas grandes del pueblo).
Me rodeó la cintura
diciendo al oído: “¿puedo?”;
y corrimos a la plaza
a bailar un baile lento.
De púrpura y azabache
de espléndido color negro,
la noche resplandecía
engalanada de sueños;
una enigmática luna
nos contemplaba de lejos,
y juntamos nuestras bocas
acomodando el deseo
al vaivén apasionado
que emergía del bolero.
De pronto, un cortocircuito
nos atravesó por dentro
abrasándonos la piel,
y morí en aquel incendio.
.
Oportuno el cortocircuito aquel...
ResponderEliminarUn abrazo poeta.
Jejeje. Gracias, poeta. Un abrazo.
EliminarIntenso el circuito...
ResponderEliminarGracias, Javier. Un abrazo.
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