viernes, 1 de febrero de 2013

Alegría


Acordes de guitarra y castañuelas envuelven el aire; notas efervescentes, bullangueras, explosivas, refrescantes.

El viento se enardece y regodea abrazando el recorrido de la risa cuando galopa sin frenos y sin riendas. Y protege de corrientes y tormentas a la risa clandestina, la furtiva, la risa de los amantes.

Porque la risa es escape; es salida de emergencia; es respiro y aliento; es resistencia. Es sustento y placebo para el pensamiento roto, y alivio para el decadente.

La alegría es el arte de dar forma al desaliento, de saturarlo de música y de cantos, de adornarlo de fiesta y de conciertos. De rehabilitarlo apartando las sombras y los miedos.

La alegría es el arte de saborear la vida. Es el arte de vivirla.

2 comentarios:

  1. Cierto.

    El primer libro de José Hierro se titulaba Alegría. Tres de sus poemas, me parece, ofrecen una visión bastante completa del tema. Al tercero le tengo, digamos, un cariño especial por razones de las que quizá escriba algún día. No sabría decirlo yo mejor ahora.

    Alegría

    Llegué por el dolor a la alegría.
    Supe por el dolor que el alma existe.
    Por el dolor, allá en mi reino triste,
    un misterioso sol amanecía.

    Era alegría la mañana fría
    y el viento loco y cálido que embiste.
    ( Alma que verdes primaveras viste
    maravillosamente se rompía. )

    Así la siento más. Al cielo apunto
    y me responde cuando le pregunto
    con dolor tras dolor para mi herida.

    Y mientras se ilumina mi cabeza
    ruego por el que he sido en la tristeza
    a las divinidades de la vida.


    Alegría interior

    En mí la siento aunque se esconde. Moja
    mis oscuros caminos interiores.
    Quién sabe cuántos mágicos rumores
    sobre el sombrío corazón deshoja.

    A veces alza en mí su luna roja
    o me reclina sobre extrañas flores.
    Dicen que ha muerto, que de sus verdores
    el árbol de mi vida se despoja.

    Sé que no ha muerto, porque vivo. Tomo,
    en el oculto reino en que se esconde,
    la espiga de su mano verdadera.

    Dirán que he muerto, y yo no muero.¿Cómo
    podría ser así, decidme, dónde
    podría ella reinar si yo muriera?


    Razón

    Tal vez porque cantamos embriagados la vida
    crees que fue con nosotros lo que tú llamas buena.
    Puedes aproximarte, puedes tocar la herida de amargura
    y de sangre hasta los bordes llena.

    Ganamos la alegría bajo un cielo sombrío,
    mientras el desaliento nos prendía en sus redes.
    Hemos tenido sueño, hemos tenido frío,
    hemos estado solos entre cuatro paredes.

    Vivimos... Llena el alma la hermosura más plena.
    En países de nieblas también nacen flores.
    Después de la amargura y después de la pena
    es cuando da la vida sus más bellos colores.

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  2. Muchas gracias, Juan Carlos. He estado buscando el único poemario que tengo de José Hierro por ver si esos poemas los había olvidado o no leído, y no lo encuentro. Lo seguiré buscando en otro momento.
    Los tres poemas me gustan, pero es cierto que el tercero "la razón", tiene algo que te inquieta más por dentro. Lo considero, para mi gusto, también el mejor.
    Ciertamente, José Hierro fue un poeta que supo expresar los sentimientos como pocos.

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