domingo, 27 de enero de 2013

Embriaguez


Éste es un post ebrio, desbocado, pletórico de cañas y de versos. Los que inundan mi vida de analgésicos.

Con trasiego y ahínco
disculpado
rueda el mundo
girando sin cesar.
Y un dolor profundo
martillea impasible
a su pesar.

Tratando de buscar el desconcierto, me encontré con un post alcoholizado, atenazado de versos remilgados y, a la sazón, vanos e infames, como corresponde a una mente con arrestos.

Mas, dejad que me solace de sus versos. Versos de néctares bañados. ¿Por qué dejar que se pierda la experiencia y tantos sueños y delirios dados?

Qué me importa el modo de la búsqueda si resulta que el dislate es productivo y descifra el obstáculo ignorado. ¿Qué hay de malo en un post alcoholizado?

Y ahí lo dejo, arrumbado de dudas y de enmiendas, a la espera de voces airadas y de quejas. Pues, no en vano, el alcohol es sustituto, las más veces, de torpeza absoluta y de agudeza.

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