Aunque suene increíble, recuerdo de mi
infancia
deambular descalza sobre la tierra seca.
Lo recuerdo tan nítido como si fuese ahora,
pues crecí en el asfalto entre embustes de
arena.
Recuerdo abandonarme por caminos angostos
con tan solo diez años, vibrando en mi
conciencia
la delicia del campo abrazado a mis pies,
la belleza del mundo rodeándome entera.
Intento recordar otros hechos puntuales,
pero el cerebro escapa, nada quiere de penas
y me devuelve al mundo en el que fui feliz:
al mundo impresionante de la naturaleza.
Y grabé en mi memoria, contemplando los árboles,
el temblor de las hojas cuando el ave aletea,
el aroma inquietante de mi naranjo en flor
y el murmullo del agua escribiendo el poema.
.
Bonitos recuerdos los que afloran a estos versos poeta...
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por leerlos, poeta. Muchos besos. 😘😘
EliminarMe encantan tus alejandrinos y sus trinos aleteando las hojas de los árboles.
ResponderEliminarGracias.
Muchas gracias, Javier. El que me lean ya es un triunfo. Un abrazo. 😘😘
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