viernes, 22 de junio de 2018

No puedo... (rondel)


No puedo, amor, engañarte,
porque aprendí a vivir sola;
mas no hay verso ni pistola
que me impidan desearte.
.
Y sabes bien que, al amarte,
el verbo me descontrola.
No puedo, amor, engañarte,
porque aprendí a vivir sola.
.
Eres la esencia y el arte
que ejecutó la cabriola,
enarbolando la ola
que puso punto y aparte.
¡No puedo, amor, engañarte!
.

Y un segundo rondel...

.
Nadie amará como yo,
ni habrá amor tan complaciente
como el que huyó sugerente
de aquel verso que vibró.
.
Pero, ay, querido, no,
no me creas imprudente;
nadie amará como yo
ni habrá amor tan complaciente.
.
Aunque del verso brotó,
es un amor transparente
que va volando impaciente
besando al que le besó.
¡Nadie amará como yo!
.

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