Tras mi separación ascendí al cielo,
me despedí del rol de moribunda
con una impertinencia sorprendente,
y penetré en el vértigo ignorado.
.
Tras mi separación me sentí viva.
Comencé a calibrar las excelencias
que el asombroso vuelo reclamaba,
y me
crecieron alas de emoción;
.
y me enfrenté al ejército bastardo
anclado en su vulgar maniqueísmo,
y superé las trabas, el acoso,
.
el quiero y no te quiero vergonzante,
y me dispuse intrépida a volar.
Ninguna decisión me fue tan fiel.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario