jueves, 18 de julio de 2019

Supongamos... 😉

Supongamos que vuelo como un ave,
que voy buscando el rastro de un fantasma,
y al volar sobre el mar, que me entusiasma,
escudriño el destello de una luz;
una luz que al sentirla, parpadea;
y en un instante sé que soy testigo
de la isla sorprendente que persigo
vislumbrando su estela, a contraluz.
.
Desciendo, poco a poco, hasta la orilla,
y no pasan ni escasos dos minutos
cuando una fila de seres diminutos
acuden saltarines hacia mí.
Me entregan, exultantes, unos versos,
y dicen que no comen, sólo escriben,
retozan, ríen, cantan y bienviven.
Pues yo ya no supongo, vivo aquí.
.

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