Relámpago...

Hasta los doce, niña, fuiste autora

de un vuelo magistral sobre el planeta,

pero, aguarda un instante, estate quieta,

permíteme un consejo. Sí, ahora.

.

Algo en ti se quebró, y en mala hora,

dejaste media vida en la cuneta

por un ruido estridente de trompeta

que casi te fulmina y te evapora.

.

Cuando cumplas los doce, no hagas caso

a ese pálpito tuyo impertinente,

cuyo duelo interior te abrió la herida.

.

Escucha los violines del Parnaso,

y escribe, pinta y baila, indiferente

al pertinaz relámpago homicida.

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