miércoles, 30 de mayo de 2018

No hay nada imposible...

¡Imposible escribir!,
decía siempre,
y, sin embargo, pude y me rendí
a la sensación que prevalece
cuando, tras una letra,
tecleas otra y otras más, y las moldeas.
.
Cada pulsación era un peldaño
en la aventura insólita,
y mis manos
volaban por las teclas, transgresoras,
pensando que burlaban un precepto;
¡divino atrevimiento!
.
Pasaron muchos años
pensando que jamás
sería yo capaz
de escribir algo.
Y todavía me asombra
saber que conseguí besar la aurora.
.
Me expresaba pintando,
y, sin embargo,
algo dentro de mí me fustigaba
a ver más allá del horizonte;
la advertencia era clara,
tendría que lidiar contra dragones.
.
No hay imposibles para nadie;
el tiempo se evapora en un pispás
y hay que vencer al necio vendaval
que se apoltrona impávido en el aire.
¿Qué importa que no seas un Gracián,
ni un Lope, ni un Quevedo, ni un Cervantes?
.
Si te agrada leer
y jugar con las palabras te enajena,
acaricia un papel
trazando, sin pudor, algunos versos,
verás que, lo que gime preso,
se libera. 
.

2 comentarios:

  1. Pues claro que no hay nada imposible, poeta y bien que lo demuestras cada día...
    Un abrazo y feliz noche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Rafael. Que ya no le tema a esto de escribir, no significa que lo haga bien, jejeje. Un abrazo. :-)

      Eliminar