No nací sumisa, ni dócil, ni
idiota;
nací conflictiva, con sangre en
las venas,
repudiando el molde de alumna
devota
que asume, callada, injustas
condenas.
.
Nací levantisca, mordaz,
cabezota,
rebelde, obstinada, montando
verbenas
donde hiciera falta, y dando
la nota
como alma de cántaro*, sin
esfuerzo apenas.
.
Sigo siendo díscola, aunque ya
no tanto;
son muchos los años y muchas
las canas;
pero, así y con todo, te
sugiero, encanto,
.
que no me subleves, pues son
partisanas
las neuronas mías, y no sabes
cuánto
les gusta mofarse de las
puritanas.
.
¡Qué facilidad tienes para decir lo que piensas...!
ResponderEliminarUn abrazo poeta.
Gracias, poeta. No te lo creas, jejeje. A mí me cuesta todo mucho, hasta decir lo que pienso. Lo que soy es un poquillo masoquista. :-) :-)
Eliminar