¿Acaso esperas, mundo, que te
siga
en esa contumaz diatriba tuya?
¿Pretendes sugerir que me
inmiscuya
en tus osadas neuras y te diga
.
que tu aliento romántico
mitiga
los duelos que ocasionas, que
yo influya
para arengar la prístina
aleluya
a manera de júbilo o cantiga?
.
Tal vez la diosa Gea penalice
la sinrazón que con razón
espanta,
perdido ya el candor de tu
inocencia.
.
Pues digo lo que dicen que se
dice,
que el miedo se apoltrona en
la garganta
cuando suenan campanas de
advertencia.
.
Me gusta. Muy acertado.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche poeta.
Muchas gracias, Rafael. Un abrazo.
EliminarMe encantan tus osadas neuras...
ResponderEliminarJejeje. Gracias, Javier. Besos.
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