martes, 21 de noviembre de 2017

Vacilando que es gerundio (dos décimas)

Yo nunca quise casarme,
pero al final me casé,
metí la gamba y el pie,
hasta el punto de estrellarme.
Y después de atragantarme
con toda clase de cuitas,
mis neuronas eruditas
decidieron despegar,
batir las alas, volar
hacia estancias exquisitas.
.
Y surcaron muchos cielos,
ríos, ciudades y mares,
en busca de otros azares
que lubricaran sus vuelos.
Pero asomaron los celos
y se murió la ilusión;
y fue así, sin ton ni son,
que otro amor se fue al garete
por culpa de otro zoquete
que quiso ser vacilón.

.

4 comentarios:

  1. Que no falte nunca el humor poeta.
    Un abrazo y te han quedado muy bien esas décimas.

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    1. Gracias, Rafael. Creo que el humor lo llevo en la sangre, jejeje. Un abrazo.

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  2. No cabe la menor duda de que la Dama del Espejo es una gran poeta y por supuesto con muy buen humor.
    Me ha encantado.

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    1. Gracias, Javier, eres muy generoso conmigo. Pero lo del humor es inherente a mi ser, jejeje. Te quiero. Besos.

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