miércoles, 14 de junio de 2017

En honor de Miguel Hernández...

Esta humilde corona de sonetos va dedicada a uno de mis poetas preferidos: MIGUEL HERNÁNDEZ. 

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SONETO 0
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Yo sé que ver y oír a un triste enfada
cuando se viene y va de la alegría
como un mar meridiano a una bahía,
a una región esquiva y desolada.
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Lo que he sufrido y nada todo es nada
para lo que me queda todavía
que sufrir, el rigor de esta agonía
de andar de este cuchillo a aquella espada.
.
Me callaré, me apartaré si puedo
con mi constante pena, instante, plena,
a donde ni has de oírme ni he de verte.
.
Me voy, me voy, me voy, pero me quedo,
pero me voy, desierto y sin arena:
adiós, amor, adiós, hasta la muerte.
.
Miguel Hernández
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SONETO 1

Yo sé que ver y oír a un triste enfada
si crea de su duelo fortaleza,
pero el querer no ahuyenta la tristeza
ni induce a la razón a ser violada.
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Debo enfrentar a solas la estocada
que un día y otro aguarda en la certeza
de estrangular con saña mi entereza
perforando mi esencia ensangrentada.
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No quiero ser dolor ni la locura
que inste a envenenar el pensamiento,
tan solo soy, seré, simple elegía;
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como el verso cargado de amargura
que fluctúa al vaivén de un fuerte viento
cuando se viene y va de la alegría.
,
(Por la menda)
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SONETO II
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Cuando se viene y va de la alegría
y la pena se filtra intermitente,
mejor cohibir el pálpito latente
y ampararse en la gris melancolía.
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Cuando brota una lágrima sombría
que taladra el umbral del subconsciente,
y todo, todo, todo es recurrente,
el duelo se hace auténtico vigía.
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Oscilo entre renuncias y deseos
que giran, giran, giran, soñadores,
al albur de una extraña sinfonía.
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Mas percibo por dentro bisbiseos,
que acuden y se alejan, invasores,
como un mar meridiano a una bahía.
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(Por la menda)
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SONETO III
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Como un mar meridiano a una bahía,
con suaves incursiones y recesos,
así penetra el vértigo en mis huesos,
deslizándose tácito en la umbría.
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Procuro resistir tu lejanía
tratando de olvidarme de tus besos,
que van difuminándose, inconfesos,
con esta intolerable tiranía.  xxxx
.
Y acepto con quebranto la evidencia     
de ver cómo la niebla se aventura
por recodos del alma atormentada.
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Y abatida se exilia mi conciencia,
entre encrespadas olas de negrura,
a una región esquiva y desolada.
.
(Por la menda)
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SONETO IV
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A una región esquiva y desolada,
emigra un corazón estremecido
que nunca quiso ser y nunca ha sido
la víscera que ahora está postrada.
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Ya nunca su latir, querida amada,
registrará tan íntimo latido,
su palpitar sensible fue al olvido
por una violación desvergonzada.
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Ya todo es un querer morir muriendo
rendido a toda suerte de balazos
con toda la esperanza estrangulada.
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Ya todo lo que fue, se nos fue yendo
cercenado en adúlteros pedazos.
Lo que he sufrido y nada todo es nada.
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(Por la menda)
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SONETO V
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Lo que he sufrido y nada todo es nada
con estos horizontes tan oscuros,
en ellos solo encuentro negros muros
que ocultan la traidora puñalada.
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Y, aunque mantenga firme la mirada,
regresarán los pájaros impuros
acribillando el aire de conjuros
que enturbiarán mi sangre acelerada.
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Pero soporto carros y carretas
por mor de un sentimiento que pervive
y que avala mi cómplice empatía.
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Demasiado dolor por las cunetas,
intensa pesadumbre se percibe
para lo que me queda todavía.
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(Por la menda)
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SONETO VI
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Para lo que me queda todavía
es difícil hallar algún consuelo,
pues tanto es el dolor, tanto es el duelo
por no poder sentirte, amada mía,
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que temo haber vivido una utopía;
y persigo ese cántico, ese vuelo
que mantuvo mi espíritu en el cielo
induciéndolo a fluir en poesía.
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Prisionero de un círculo vicioso,
nada me impide ver la desventura
donde el amor, antaño, florecía,
.
y prefiero un deceso doloroso
huyendo del horror de la impostura
que sufrir el rigor de esta agonía.
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(Por la menda)
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SONETO VII
.
Que sufrir el rigor de esta agonía
es como un berbiquí torturador
horadando hasta el centro del dolor
un día y otro y otro y otro día.
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Sobrecoge la voz de la herejía
que impone el despiadado violador
(el código constante del terror)
con su infame traición y alevosía.
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Un futuro carnívoro me acosa,
cautivo de una bárbara sentencia,
mostrando su temible dentellada;
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y me pierdo por una nebulosa,
que añade el ultimátum, la advertencia
de andar de este cuchillo a aquella espada.
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(Por la menda)
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SONETO VIII
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De andar de este cuchillo a aquella espada
en este absurdo tramo de mi vida,
me rindo ante la furia genocida
que se expande implacable y despiadada.
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Recuerdo el resplandor de la alborada
con aquel color púrpura suicida,
y tu luz (en la luz interrumpida)
acudiendo feliz y alborozada.
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Recuerdo tu figura junto al río
leyendo, ensimismada, algún poema,
y acude, casi en ráfagas, el miedo
.
que se oculta en constante desafío.
Y, aunque estalle en mi espíritu el dilema,
me callaré, me apartaré si puedo.
.
(Por la menda)

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SONETO IX
.
Me callaré, me apartaré si puedo
de la dulce caricia de tu voz;
es demasiado lúgubre y feroz
el estertor que silba en el hayedo.
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Se me condensa el aire y retrocedo
al hiriente marasmo, portavoz
del endiablado fuego que, veloz,
recorre este submundo en que me hospedo.
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Atempero este cíclico suplicio
derramando unas lágrimas urgentes
bajo una luna cómplice y serena.
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Y recompongo el hálito y el juicio
para no herir los ánimos presentes
con mi constante pena, instante, plena.
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(Por la menda)
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SONETO X
.
Con mi constante pena, instante, plena,
arrastrada a raíz de una porfía,
peleo entre la furia y la miopía
de no ver la razón de esta condena.
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Resisto todo el odio que almacena
la tan impresentable oligarquía,
y desprecio la altiva hegemonía
que consiente el maltrato y me enajena.
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Allá donde resida la falacia,
me envolveré en la luz del raciocinio
controlando mi pánico a perderte.
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Y, si fuera mi sueño tu desgracia,
huiré de tan amargo vaticinio
a donde ni has de oírme ni he de verte.
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(Por la menda)
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SONETO XI
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A donde ni has de oírme ni he de verte,
marcharé tan contrito y tan distante
que nada hará creer que fui tu amante;
me marcharé, mujer, por protegerte.
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Pero conjugo el verbo, el de quererte,
a cada hora del día, a cada instante,
sabiendo como sé que es vinculante
el fallo irrevocable de la suerte.
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Mas siento cómo fluye un torbellino
que me sacude el alma si no estás;
tal es el despropósito, que cedo
.
a ese claro deseo peregrino,
pues no puedo sentirte si te vas;
me voy, me voy, me voy, pero me quedo.
.
(Por la menda)
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SONETO XII
.
Me voy, me voy, me voy, pero me quedo,
desaparezco, amor, de este escenario
que pretende ceñirnos el sudario
por ir tan solo en contra de su credo.
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No quiero ser el mártir ni el remedo
de un estúpido y bárbaro adversario
cuyo poder golpista y arbitrario
nos amenaza firme con el dedo.
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Ya nada podrá ser si tú no estás;
y estallará un infierno si, al besarme,
se adhiriera tu pálpito a mi vena.
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Sin ti, sin ti, sin ti, no hay nada más,
y quisiera contigo evaporarme,
pero me voy, desierto y sin arena.
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(Por la menda)
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SONETO XIII
.
Pero me voy, desierto y sin arena,
por la insidia mortal de un homicida,                  
por tanta y tanta lágrima vertida
que brota estrangulándome de pena.
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Me voy, desaparezco de la escena
dejando el corazón en la partida,
esquilmada la luz, sobreseída
la esencia de la lluvia que me llena.
.
Me voy agonizante y mutilado,
sin fuerza para el lance de este reto
que me anula la acción de complacerte.
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Me alejo de tus besos, de tu lado,
sin ti, pero contigo, aunque incompleto.
Adiós, amor, adiós, hasta la muerte.
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(Por la menda)
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SONETO XIV
.
Adios, amor, adiós, hasta la muerte;
emprendo en solitario este camino,
emigrando del dulce torbellino
que era oírte reír y estremecerte.
.
Derrotado, indefenso, casi inerte,
me enfrento a los azares de un destino
que quiere verme errante, peregrino,
penando la tortura de perderte.
.
Me escandaliza todo entre las rejas
de esta prisión maldita en que me hallo,
y debo acelerar mi retirada.
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No quiero, amor, que sufras por mis quejas
ni por tanta ignominia que me callo,
yo sé que ver y oír a un triste enfada.
.

(Por la menda

2 comentarios:

  1. No me quedan palabras, Teresa, tú las ha colocado todas y tengo que pedirte alguna prestada. Los leeré lentamente. Gracias por escribir.

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    1. Ay, gracias. Acabo de verte por casualidad. Soy muy torpe para la informática en general. Y me da rabia, porque tengo cosas en este blog que arreglaría porque sé que están mal, pero no sé hacerlo. A veces lo que hago es reciclar y volverme a subir al blog, el mismo, pero corregido. Gracias por leerme, y porque te haya visto, jejeje. :-)

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