viernes, 22 de abril de 2016

El fantasma de la ópera.

Rizando el rizo...
Soneto tridecasílabo. Acentos obligados en 4-8-12
.
Catapulté mi corazón en este infierno,
contraviniendo la razón y la prudencia;
me sumergí en la oscuridad de mi conciencia,
y renací del estertor de un fuego interno.
.
Un laberinto atroz se teje sempiterno
por el submundo marginal de mi existencia,
originando espasmos, brotes de violencia
y el fogonazo tornasol del beso eterno.
.
Enamorado y loco, escondo mi verdad
tras una máscara; y aguardo, estremecido,
el venturoso acontecer de merecerte.
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Mas vuela gris, irreverente, la ansiedad,
el zarandeo intempestivo, el alarido,
y resucita el suave aroma de la muerte.
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