miércoles, 27 de abril de 2016

DÉCIMAS DESPENDOLADAS..

A veces, si te imagino
y me aventuro a soñarte,
ni el verso, ni el mar, ni el arte,
nublarán tu aire divino.
Giras como un torbellino
entre etéreas nebulosas
que bullen voluptuosas
provocándome un espasmo,
y tras el vuelo, el orgasmo
entre olor de vino y rosas.
.
Oh, amor, ven, acurruca
tu boca sobre mi espalda,
rompe y rásgame la falda,
¡bésame, por Dios, la nuca!
¡Feroz el tiempo caduca!
Se impone, concupiscente,
un temblor intermitente.
¡Que inoculen la pasión
fotones de radiación
y que estalle la corriente!
.

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