domingo, 4 de enero de 2015

LÁGRIMAS

La tristeza, furtiva, se apoltrona en los párpados.

La tristeza vulnera las compuertas de adentro
al acudir siniestra en pos de las lágrimas.

La tristeza revienta cuando llega el invierno,
en las horas vacías que taladran el alma.

Por las ondas del tiempo, se escaparon los besos
que el deseo tradujo en perentorio cisma.

Y el rechazo luego, y el dolor del duelo…
congregó por el aire sangrienta masacre.

En el amor, la pena se convierte en fuego,
que alimenta, triste, la triste tristeza.

Ya corren las lágrimas tras negro recuerdo,
y observo las nubes, consuelo que alcanzo

revolviendo azules y blancos del cielo.
Fugaz alegría que el tiempo dispensa.

La tristeza insiste, cabalga de nuevo,
buscando el instante, la lejana caricia

de su cálido aliento, su lenguaje despierto, 
su apasionado abrazo, la mirada ingeniosa, 

la profunda añoranza de su amor inmenso.

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