sábado, 1 de febrero de 2014

Andando…

Anduve y ando por el peregrinar que toca a mis andares. Y andaré de modo que perdure este solaz de piernas incansable, este deambular por lunas y por soles.

Salto el precipicio si se me antoja, o me quedo durmiendo en el recodo de un monte, si así lo quiero. Escribo, pinto, leo, juego, y dejo al sentimiento que se relaje, que recorra los canales que más le agraden.

Porque camino libre, sin importarme el ruido ni sus miedos, ya pasó el tiempo de engañarme.

Me estremezco sola cuando altiva cruje, desconcertante, la emoción furtiva, y dejo caer las lágrimas, que se derramen, se desparramen todas por donde quieran. Río, canto, bailo, cuando me place.

Ya no escucho embelecos, ni algarabía fingida, ni voces agrias. Ya no hay premisas ni diques, ya no hay fantasmas que me cierren el paso.

En este último tramo de mi vida, aprendí que es mío el recorrido y quiero desbrozarlo entero a mi capricho.

4 comentarios:

  1. Puede decirse entonces que encontrar el camino consiste en buena medida en apercibirse de que los pies nos llevan y nosotros a ellos. No por machadiano deja de ser cierto.

    Celebro que te sientas en tu senda. Otros nos paramos, quizá demasiado, a averiguar de dónde salen las espinas que se clavan o cómo parte el rayo un árbol que cae sobre otros caminantes.

    El caso es que todo ello es necesario.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario, Juan Carlos. No obstante, quisiera aclarar que mi intención no es mirar hacia otro lado, ni despreocuparme del sufrimiento de los demás. Por supuesto que no. Si te fijas en el último párrafo, comprenderás que de lo que trato es de "desbrozar" mi último tramo de camino, limpiarlo a mi modo, sin interferencias. Ese es el único sentido que he querido dar al texto. No está en mí, dejar de lado a nadie.

      Eliminar
    2. Claro. No pretendía yo decir eso. Lo que escribí en el segundo párrafo era más una reflexión en voz alta que más me atañía a mí que a tu escrito. Como digo en el último enunciado, "todo ello es necesario". De modo que ese desbrozar del camino me produce envidia sana, si te he de ser sincero.

      Como digo en mi blog en respuesta a tu comentario, a veces me veo demasiado escorado o con tendencia a escribir sobre ciertas cosas, pero no puedo ni quiero remediarlo.

      Eliminar
    3. Tal vez fui yo la que no te entendí bien, discúlpame. Leí la respuesta de tu blog y quise contestarte que no, que al poema no le sobraba nada, que era perfecto. Pero no quise ser pesada.

      Creo que cada uno debe ser auténtico cuando escribe. Siéndolo es la mejor manera de comunicar. Y tú comunicas como nadie.

      Un abrazo.

      Eliminar