domingo, 1 de diciembre de 2013

Melancolía

Resbala por los cristales un reguero de lágrimas desconsoladas, como un reclamo de versos que nos desborda el alma.

Advierto, al contemplar la lluvia, cómo las gotas me arrastran con piruetas de vértigo a un infierno clandestino; cómo se impone el dolor de ver a una España muerta; de qué forma la esperanza se diluye con el agua.

Si me desgarro por dentro… Si perforo una tras otra las emociones que laten, siento a la melancolía querer invadirlo todo. Percibo como una borrasca agazapada en el fondo queriendo soltar el ancla.

Se deslizan las gotas, escandalosas o lentas; voluptuosas, sensuales… se deslizan impertérritas a lo que su fluir provoca.


Y mientras… los dioses gimen y se alivian con el llanto, regalándonos  belleza,  para resarcir el daño. 

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