Supongamos, amor, que las palabras
que se deslizan suaves por los versos
se engarzaran buscando el desvarío,
que, tal vez el murmullo, el ajetreo
que transciende liviano, casi ingrávido,
susurrara enigmático un te quiero…
.
Supongamos, amor, que te turbase
y tiñera de púrpura aquel sueño
que un relámpago añil atravesara...
.
Supongamos, amor, que vuelan besos
sobre tantas anáforas vibrantes
produciendo volcánicos incendios
que excitaran la piel con su lectura.
.
Supongamos que viera el universo
este poema ubérrimo de hipótesis.
.
Supongamos, amor, imaginemos…
Pues casi, casi me pongo a "suponer...". (Preciosos versos, como siempre poeta).
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, poeta. Otro abrazo.
EliminarSuponiendo, suponiendo, tomo tus versos al vuelo...
ResponderEliminarGracias, Javier. Besitos.
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