miércoles, 6 de enero de 2016

VIDA

Me estremece la luz de amanecida;
al percibirla, brota la emoción
de encontrarme, de nuevo, en comunión
con el pálpito intenso de la vida.
.
Y el único propósito suicida
que alberga mi indomable corazón
es sentir, a menudo, tentación
de enredarme en la música prohibida.
.
Me asomo al año nuevo, entusiasmada,
consciente de su efímera existencia,
dejándome llevar por su espiral,
.
por su mágica incógnita ofertada;
sin agobios, sin cargos de conciencia,
disfrutando de todo su caudal.

.

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