Podría
imaginarme el sibilino
juego
sanguinario de un chiflado,
o
la venganza idiota del vecino
que
no midió el tamaño de su enfado.
.
Podría
imaginarme un gran diluvio
vomitando
microbios virulentos;
incluso
imaginar a un yanqui rubio
expectorando
virus y excrementos.
.
Podría
imaginar cientos de “axiomas”
en
esta reclusión que, a veces, pesa;
pero
llueve de nuevo, el jazmín canta
.
y vibra
por mandarme sus aromas;
y
te imagino, amor, sobre la mesa,
escribiendo
ese verso que me encanta.
.
Siempre una sonrisa y esperanza en tus versos, poeta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por leerme, poeta. Otro abrazo para ti. 😘
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