martes, 24 de abril de 2018

Zamacuco...


¡¿Qué me estás confesando, amigo mío,
que tu mujer huyó despavorida
saliendo a trompicones de tu vida,
y su fuga te causa un gran vacío?!
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Me acongoja tu triste situación,
y también el saber de tu inocencia.
Fuiste el macho ideal, la viva esencia,
del marido ejemplar, del buen cabrón.
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No entiendo que tan grandes cualidades
impulsen a saltar por la ventana,
¡con lo bien que zurrabas la badana
y lo bien que negabas libertades!
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Te aconsejo, ignorante zamacuco,
que te busques oficio como eunuco.
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domingo, 22 de abril de 2018

Cortocircuito...


Eran días de verbena
(las fiestas grandes del pueblo)
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Me rodeó la cintura
diciendo al oído: “¿puedo?”;
y corrimos a la plaza
a bailar un baile lento.
De púrpura y azabache
de espléndido color negro,
la noche resplandecía
engalanada de sueños;
una enigmática luna
nos contemplaba de lejos,
y juntamos nuestras bocas
acomodando el deseo
al vaivén apasionado
que emergía del bolero.
De pronto, un cortocircuito
nos atravesó por dentro
abrasándonos la piel,
y morí en aquel incendio.
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viernes, 20 de abril de 2018

Teresa y la Menda (un poquillo de guasa)


Teresa
.
Pero, a ver, amiga mía,
por qué cada día incides
en que tienes que pintar,
si cada vez que lo dices
te olvidas de haberlo dicho,
y, al decirlo, no te riges
por lo que dijiste ayer.
Si repites y repites
que tu oficio es la pintura
desde el día que la oliste,       
y te pones a escribir.
Responde, Teresa, dime,
¿por qué tamaña insistencia
cuando sabes que si escribes
te desentiendes de óleos,
de pinceles y violines?
¿Me quieres tomar el pelo?
¿De quién pretendes reírte,
de ti misma o de la menda?
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Menda
................................................
Menda
. 
Esta menda tiene guasa,
además de tener jeta,
alardea de “poeta”
y todo se queda en casa.
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Siempre dándome la brasa
con que pinte, que es mi meta;
que me corte la coleta
si pintar me sobrepasa.
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No le falta el buen humor;
pero cansa esta chiquilla
que disfruta dando el cante,
.
y, por ende, sin rubor,
la juglar de pacotilla
ignora que es ignorante.
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(Teresa)



miércoles, 18 de abril de 2018

Nos preguntamos...

Nacemos, y ese tránsito vaticina tormentas,
nos atraganta a dudas porque nada lo aclara,
nada aclara el camino que seguimos a tientas
y que perturba el hecho de que mucho enmascara.
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Nos preguntamos siempre, si tal vez esta vida
fuera el cielo, el infierno, fueran ambos en uno,
porque tiene de todo: el placer y la herida,
la pasión y las lágrimas y ese beso oportuno...
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Nacemos y morimos en un instante escaso,
y, entremedias, la vida, que vibra con soltura,
que desbarata todo con su ardor aparente,
.
que nos lleva directos a un frenético ocaso,
en un vuelo rasante de solaz y amargura,
en un apasionante recorrido imprudente.
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domingo, 15 de abril de 2018

De sorpresa en sorpresa...

De sorpresa en sorpresa, sobrevuelo
el azar con audacia turbulenta,
con la emoción anárquica y atenta
de que es capaz el mundo de mi anhelo.
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Veo danzar las nubes por el cielo
y el brillo de la lluvia y la tormenta,
me arrebata el ocaso que revienta
de amarillos eufóricos de celo.
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Y me llaman la loca como a Juana
(la que vivió hasta el límite el amor),
porque muero por ti cada mañana,
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porque todo acelera mi estupor,
desde la aurora añil, a hora temprana,
hasta anclar estos versos sin pudor.
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viernes, 13 de abril de 2018

No sé...

No sé,
no sé por cuál de los circuitos callejeo,
si en éste, en “el real”, por el que escribo,
o sigo en el virtual del que percibo
anduve anclada ayer
por mor de un pacto,
de un pacto extravagante y opresivo.
No sé,
no sé si fui, si soy, si acaso existo
en este pertinaz desdoblamiento
que reta a mi conciencia
a divagar.
No sé,
no sé, insisto,
a veces necesito escabullirme
de este estrafalario
laberinto.

jueves, 12 de abril de 2018

Tal vez esté en el cielo.


😊😊

Aquello fue bastante embarazoso;
la luna se excusó, ¡y el mismo Dios!
Ocurrió que, al nacer, nacimos dos,
y, desde entonces, creo en lo asombroso.
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Anduve por el margen licencioso,
sin controlar los contras y los pros,
soslayando ademanes rococós
de amanerado tufo escrupuloso.
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Y, a veces, muchas veces, me pregunto
si existiré en un mundo paralelo,
y lo que soy tan solo lo barrunto.
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Lo cierto es que escribiendo vuelo y vuelo,
y leyendo y pintando, y me pregunto
que, tal vez, sin saberlo, esté en el cielo.
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lunes, 2 de abril de 2018

La morera. Relato de terror. A cuenta de mi morera, jejeje :-)


Me desperté sobresaltada. Un estrépito me hizo saltar de la cama. En dos horas debía coger el autobús que me llevaría a la ciudad; no podía llegar tarde, era una fecha largamente esperada; bajé la escalera casi a oscuras, no había amanecido del todo. Otro estruendo me sobrecogió.
Me senté en el último escalón atenta a cualquier sonido. Un maullido me erizó el vello y sentí pánico. Pero estaba sola y debía prepararme para el viaje. No podía perder el autobús por nada del mundo. Me puse en pie y avancé unos pasos. Apoyé el oído en la puerta que bajaba al sótano, y quedé paralizada al percibir pasos atropellados. ¿Qué hacer? Llevaba tres semanas viviendo en esa casa, una casa de dos plantas, rodeada de montañas y con la cual llevaba tiempo soñando. La morera había crecido desmesuradamente en poco tiempo y todos los gatos del vecindario habían hecho de ella su lugar de reunión. El limonero se engalanaba con un enjambre de frutos. En cuestión de días, el jardincito se había convertido en un vergel.
Avancé despacio por la escalera de caracol. Algo me cortó el paso; la rama de un árbol me agarró el tobillo con fuerza y otra se enredó en mi cuerpo como una serpiente. Por encima, los gatos retozaban maullando como locos. Quise gritar, pero dos enormes ramas se deslizaron hacia el cuello y lo oprimían, lo oprimían...
¡Riiin, riiin...! Me acordé de que el día anterior había ajustado en el móvil la hora en que debía levantarme para llegar a tiempo a la estación. Miré por la ventana; a la morera comenzaban a salirle algunas hojas; pronto daría sombra. Me entró un escalofrío...
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