domingo, 28 de junio de 2020

Neuronas...


Te lo dije, Teresa, aquella tarde
que llovía a raudales sobre el mar;
te lo dije al oído, sin gritar,
y me juzgaste, al punto, de cobarde.
.
Y te lo digo ahora, en un alarde
de sincero entusiasmo, tras matar
al monstruo que te ansiaba molestar;
pues el mundo, querida, está que arde.
.
Por lo pronto no juzgues, sé prudente;
lo visible es trivial en las personas;
son frágiles por dentro, y prisioneras.
.
Una lucha interior, intermitente,
agita en demasía sus neuronas
dejándolas sin luz. Si tú supieras…*
.

2 comentarios:

  1. ¡Ay poeta...!
    Gracias por la sonrisa que destilan tus versos.
    Un abrazo.

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