Llegó con
la fuerza de un diablillo inquieto,
arrasando playas
y cuerpos desnudos;
y logró
colarse por este terceto
que
resiste estoico mis trazos menudos.
El verano
vibra, como vibra el sol
lanzando, agresivo,
sus disparos* mudos.
Vibra la
lavanda, vibra el caracol
(arrastrándose
ebrio entre sus aromas),
y hasta
las hormigas vibran en la col.
Bosteza el
verano junto a las palomas;
la lavanda
esgrime su egregia hermosura
mientras
se derriten mis torpes hormonas
.
que gimen,
exhaustas, por la calentura
de un verso
tras otro que aguardan que leas.
Y en todo
el poema late la locura
de una poetastra
con pobres ideas.
.
Siempre se encuentra la sonrisa en tus versos poeta, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, poeta. 😘😘
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