miércoles, 7 de octubre de 2020

No podría quejarme...


Mientras exista el hambre y la escasez

en este mundo falto de mollera,

no podría quejarme aunque quisiera,

sería una tamaña estupidez.

.

No podría quejarme, toda vez

que aumenta la penuria; y la ceguera

de gobiernos, con alma de ramera,

engordan su bolsillo. No, ¡pardiez!

.

¡No podría quejarme, ni me quejo!

Me agobia el sufrimiento de la gente

que no puede siquiera sonreír.

.

Y me agobia el estúpido pendejo

que sangra, sin escrúpulos, la fuente

de donde mana el ansia por vivir.

.

2 comentarios:

  1. Es el día a día que vemos y vivimos a nuestro alrededor, por desgracia.
    Un abrazo poeta. Buen trabajo.

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