miércoles, 1 de abril de 2020

Aplauso...


Ante el horror de este virus,
que insiste en seguir matando,
se me encoge el corazón
cuando contemplo a diario
a gente que salva vidas
y entregan la suya a cambio;
la misma grandeza innata,
la misma fe y entusiasmo
que tienen las enfermeras
cumpliendo con su trabajo;
la abnegación desmedida,
el esfuerzo sobrehumano
por atender al enfermo
en turnos casi de esclavos.
Mujeres imprescindibles,
valientes  como soldados,
se van dejando la piel
batallando sin descanso;
se merecen mil trofeos
y, sobre todo, un aplauso.
.

2 comentarios:

  1. El aplauso y reconocimiento de todos, poeta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Rafael. Sigamos aplaudiendo. Son héroes. Un abrazo.

      Eliminar