viernes, 24 de abril de 2020

El beso...


No sé si son poemas o tan solo ejercicios
para abrir la compuerta de mi mundo interior.
Lo cierto es que consigo encontrarme mejor
cuando advierto algún verso que sucumbe a mis vicios.
.
Cuando los contratiempos, inquietudes y juicios
se evaporan de pronto, y percibo un temblor
renovado en el pecho; cuando escapa el pudor
por los bordes del folio devorando prejuicios;
.
cuando subo a las nubes persiguiendo una idea,
reconozco que muero por dejarme llevar,
esperando, expectante, que la página arda;
.
porque eso supone que algún dios rumorea
que no cierre la puerta al placer de volar,
ni tampoco me olvide de ese beso que aguarda.
.

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