martes, 11 de febrero de 2020

Polvo...

Siento hacia las personas
algo especial y recóndito:
no puedo verlas llorar,
de hacerlo, yo también lloro;
si sufren, me duele el alma
y sufro del mismo modo.
Puede ser hombre o mujer,
de este país o remoto,
negro, blanco o amarillo,
creyente o heterodoxo,
todo mi ser se estremece
ante la pena del otro.
Y me cuesta ser dichosa,
pues es placer doloroso*
cuando sé que mis iguales
soportan un purgatorio.
Prefiero, a veces, morir
y fundirme con el polvo.
.

2 comentarios:

  1. Suele pasar poeta que lo que acontece a los demás nos hace ser un poco actores de la situación.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar