Aquí, sobre un trocito de mundo,
me dejo enamorar por la
belleza
que irrumpe avasallando
por doquier.
Aquí, querido Whitman,
huele a hierba,
a las hojas de hierba de
tus versos.
Huele a lluvia, y a viento,
y a tormenta,
a trigo, a hierbabuena y
azahar;
huele a sol, y a lavanda, y a poeta.
Sobre mis manos danzan las
hormigas
y todos los insectos me rodean.
Aquí, querido Whitman, yo
soy libre,
como lo fuiste tú sobre la
tierra.
Sólo el cielo me observa cuando
escribo,
o cuando al aire canto tus
poemas.
En el presente mío que fue
el tuyo,
se aproximan los pájaros
que vuelan
rodeando los árboles buscándote
al escuchar mi voz que te
libera.
Aquí, querido Whitman, estremece
sentir cómo el crepúsculo
se acerca.
.
Plena libertad la del poeta y sus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Rafael. Besossss 😘😘
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