Ser mujer...

La mujer, con ser mujer,

tiene un imperio ganado.

Puede procrear un ser

y en su cerebro un tornado.

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Todo en ella es complacencia

cuando reclaman su ayuda,

sabe bien que su conciencia

detrás de nada se escuda.

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A veces es pitonisa,

además de inteligente;

y se ayuda de la risa

para aliviar el presente.

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Pero siempre descoloca

la  postura del varón,

que se le llena la boca

con su machismo ramplón.

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Y por eso soy consciente,

entre estos versos sencillos,

de ese chirrido creciente,

que emula el son de los grillos.

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