Escribir es forzar la cerradura
del espacio interior que te delata
y sentir el placer de la aventura.
.
Percibir cómo el mundo se dilata
al aspirar el hálito que fluye
del verbo o la metáfora de plata.
.
Aturdirte y notar cómo te influye
el poder de la música silente
que intenta desbordarse cuando intuye.
.
Porque, mientras escribo, soy consciente
del ejército alado que transita,
permisivo y locuaz, por la corriente
de este río de sangre que me excita,
porque adoro el sabor de lo imprevisto
y me encanta saber que, al verme escrita,
comunico a la muerte de que existo.
.
Felicidades por estos tercetos encadenados, poeta.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde.
Me alegra que te hayan gustado, Rafael. Un abrazo. 😘
Eliminar