viernes, 23 de noviembre de 2018

"A palabras necias, oídos sordos"


El necio recurrente me supera.
Intento dar la espalda a la sandez,
y lo veo imposible, toda vez
que el necio insiste, insiste y no hay manera.
.
De súbito, por gusto y por bandera,
te suelta un despropósito ¡pardiez!,
y así uno tras otro, con fluidez,
sin despeinarse un pelo en la sesera.
.
Con tantísimo agravio primigenio,
o me crispo o me tiendo en el diván
intentando escapar de este milenio.
.
Y hago caso del clásico refrán
silbando en mis oídos el ingenio
de Góngora, Quevedo y de Gracián.
.

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