Cuando tengo el magín alborotado,
se me nublan la vista y el cerebro,
y no hay nada, ni un mísero requiebro,
que atraiga a las neuronas a mi lado.
.
Así que,
de decir, pues nada digo;
y, dado
que esta menda es cabezota,
persiste
en escribir y en dar la nota,
y, en ese
enredo suyo, yo la sigo.
.
Hay que
tener bemoles y pasar
de aquello
que se arguye más correcto,
mas la
menda es así de impertinente
.
y disfruta
dando margen al azar
y excitando
el humor del intelecto.
¡Me río
de su verbo inexistente!
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario