.
Desparramó la
luz sus irisados puntos,
desplegándose un
martes de inefables excesos.
El lunes quedó
oculto entre oscuros decesos
y el miércoles recrea
porvenires presuntos.
.
Y yo pienso en
el jueves, en que estaremos juntos
cuatro días
seguidos comiéndonos a besos:
de viernes a domingo,
condenados y presos
en el férvido infierno
como ufanos difuntos.
.
El sábado es la estrella,
el que arrastra al abismo
a millones de
amantes que persiguen la noche;
días de vino y
rosas, de placeres y gloria.
.
Cada noche es un
canto y un febril espejismo
rodeado de embrujo;
es epílogo, broche
para el duelo
final, para el fin de la euforia.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario