jueves, 15 de agosto de 2019

A veces...


A veces, de pronto, te invade la pena,
una pena grande, estéril y odiosa,
que accede furtiva cual sierpe alevosa,
a enredar el alma, cubierta de arena.
.
Y caminas triste, y escribes ajena
a lo que acontece tras la luz borrosa;
desnudas a Sócrates* sobre el mármol rosa,
mientras grazna el cuervo su negra condena.
.
Pero duran poco las baladas tristes,
y no tienes tiempo de sentir el duelo
que se aleja ingrávido igual que un suspiro.
.
Sonríes entonces sabiendo que existes,
porque te conduce a elevarte al cielo,
con la aurora en trance de color zafiro.
.

4 comentarios:

  1. Bonito soneto poeta. Muy en tu línea, felicidades.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué rapidez, poeta. Muchas gracias por tus palabras. Besos 😘😘

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Muchas gracias, Javier. Me alegra que te haya gustado. 😘😘

      Eliminar